lunes, 18 de enero de 2016


Introducción

Según  el Art. 7 de la Declaración de los Derechos del Niño (ONU 1959) “Los niños y niñas necesitan espacios de juego donde compartir su tiempo sin importar cuáles sean sus capacidades y donde aprendan a vivir en igualdad”.  Ojalá muchos niños pudieran conocer, coexistir y recrearse con toda la seguridad y realidad que se merecen. Las zonas infantiles de los parques y los jardines, cada día deberían de ser mas inclusivos donde las barreras de la accesibilidad física y social serian mas invisibles. Pero existen otras barreras que no son detectables y que sin embargo si están presentes. Es la barrera de la comunicación que por falta de ella, se ha dejado en el olvido. Una falta de comunicación entre adultos-niños-adultos así como niños-niños. Los niños con discapacidad por trastorno del desarrollo, donde no siempre encuentran espacios del todo accesibles por sus necesidades, por ello la gran prioridad de que todos los parques para que sean seguros, confortables, divertidos, activos físicos y intelectualmente, donde podamos encontrar un sinfín de nuevas experiencias física-sensoriales que nos beneficien a todos por igual, y cada uno a su ritmo y necesidades. Una vez conseguido esto, notaremos seguramente niños y padres mas sociables. La presencia de jardines es vital en la creación de un ambiente sano y equilibrado para los habitantes en las ciudades. El patrimonio verde es un espacio de disfrute, un ambiente impregnado de olores agradables de la naturaleza que se hace imprescindible en las ciudades, en donde el hormigón predomina el estrés y otras enfermedades de tipo emocional que están presentes. El conservar áreas que simplemente inviten a la tranquilidad y la paz es un buen comienzo para poner un aporte en la mejora de la calidad de vida de las personas, buscar y lograr el bienestar humano.
El patrimonio verde es un gran integrador en la interrelación del individuo y la naturaleza. Este vinculo natural es un catalizador emocional y social benefactor de la mejora de muchas enfermedades mentales de la sociedad actual.  Los espacios verdes como áreas de recreación, son utilizadas para jugar, caminar y contemplar la naturaleza, los árboles pueden evocar diferentes sensaciones beneficiosas para la salud. Los psicólogos Rachel y Stephen Kaplan (citados por Nilsson, Randrup y Tvedt 1998), en su teoría sobre la interacción entre la atención del hombre con respecto a su entorno, defienden que la naturaleza refuerzan la atención espontánea y consiente, permiten la relajación del aparato sensorial e infunden energía fresca, traen distensión y agudizan la concentración. Por lo tanto, los parques y los jardines vinculan diversas funciones sociales de esparcimiento y relajación para todas las edades, es un bien y un derecho que tenemos todos de poder disfrutar de esta interrelación social.  Todas las zonas de los jardines y parques deben ser accesibles y por lo tanto seguros para todos, donde el objetivo es tener jardines inclusivos. De este modo, se fomentará independientemente de las posibles diversidades funcionales de algunos niños, la comunicación abierta con unos valores de compañerismo, empatía, respecto en semblanza, participaciones compartidas, solidaridad y todo ello en un mismo espacio y tiempo.

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